lunes, 3 de diciembre de 2007

Caso clínico y aplicación del principalísimo.

Violencia contra el género
Debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.
En nuestro país, entre enero de 2001 y junio de 2007, han sido asesinadas más de 300 mujeres las cuales anteriormente de su muerte, sufrieron una vida entera de violencia y agresiones. La mayoría de ellas a manos de hombres con quienes tenían o habían tenido relaciones de intimidad y confianza, y un número muy significativo a manos de desconocidos que las abusaron, violaron y asesinaron.
Es en el ámbito privado donde la violencia contra las mujeres ha tenido mayor visibilidad, aún cuando el concepto de violencia intrafamiliar que impuso la legislación y las políticas públicas se encargan de invisibilizar que son mayoritariamente hombres quienes abusan y ejercen violencia sobre las mujeres y las niñas.
Comúnmente se asocia la presencia de la violencia doméstica contra las mujeres con la pobreza. Sin embargo, aún cuando la violencia tiene mayor presencia en los estratos más pobres y con menor acceso a la educación, se trata de un fenómeno que afecta transversalmente a mujeres de distintos sectores socioeconómicos y nivel educacional
El machismo y la violencia son una constante en la vida cotidiana de las mujeres tanto en el espacio público como en el privado. En los espacios laborales, educacionales y en las calles, las mujeres son víctimas de abusos sexuales, hostigamiento y violación. En sus relaciones afectivas, en el pololeo, en la convivencia de pareja y aún después de terminada la relación son víctimas de abusos, agresiones, violación. En la publicidad, en la televisión y en el cine las mujeres son estereotipadas y violentadas la inmensa mayoría de las veces. En la política, permanentemente descalificadas.
Los malos tratos, la agresión, el hostigamiento o acoso sexual forman parte del continuo de violencia que afecta a las mujeres y que, en su forma más extrema termina en el asesinato de muchas.
Los ámbitos donde habitualmente se produce la violencia sexual contra las mujeres son: la familia, como abuso sexual de las niñas y violación por el marido; el espacio público, como violación, abuso sexual, acoso e intimidación sexual en el trabajo, en las instituciones educacionales y en otros lugares, trata de mujeres y prostitución forzada; y la perpetrada o tolerada por el Estado, dondequiera que ocurra.
La violencia sexual es, desde la infancia, una constante en la vida de las mujeres. Las niñas son abusadas, invadidos sus cuerpos por padres, tíos, conviviente de la madre, conocidos de la familia y desconocidos, en relaciones donde el abuso de poder es evidente.
La violencia sexual ha sido nombrada a partir de la definición del delito - estupro, violación, abuso sexual infantil, etc. - que no considera como dato relevante en su definición a los sujeto/as implicado/as en sus roles de agresor o víctima, por lo que no se consignan. La desagregación por sexo de estas categorías en los registros de delitos y la publicación de las cifras es la única forma de conocer la magnitud de la violencia que afecta a las mujeres como género.
Hasta ahora estos actos criminales se han considerado delitos contra el orden de la familia y la moralidad pública y no como delitos contra las personas.
El incesto, el abuso sexual de niñas dentro y fuera de la familia, la violación, el maltrato físico y emocional, el acoso sexual, entre otras, forman parte de un continuo de violencia presente en la vida de cada mujer y de todas en tanto género.
La comunidad internacional reconoce la violencia contra las mujeres como una violación a los derechos humanos y ha definido su erradicación como un asunto obligatorio y de acción prioritaria para los Estados.
Se necesitaron casi dos décadas de acción permanente del movimiento de mujeres y feminista para ir logrando progresivamente este reconocimiento
A partir de este reconocimiento, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó ese mismo año la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, donde identifica esta violencia específica como “una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre
En tiempos de paz o guerra, las mujeres se enfrentan a la discriminación y la violencia...En Chile, la violencia de género, es un fenómeno que ha comenzado recientemente a ser nombrado y reconocido. Sin embargo, se desconoce la magnitud real de estos actos en contra de los derechos humanos de las mujeres. Según la ministra del SERNAM (Servicio Nacional de la Mujer), Cecilia Pérez, “la violencia tiene una connotación cultural vinculada a un concepto erróneo de una supremacía de una persona sobre otra”.
Caso1:
Dayana Salazar cumple el 4 de Julio 22 años, tiene una hija de 3 años llamada Araceli y convive hace 6 años con Ricardo un joven de 22 años…Ella no trabaja, estudio y solo termino su cuarto medio, no tuvo posibilidad de seguir porque debía cuidar al hijo que venia en camino, Ricardo por su lado también termino cuarto medio, pero el trabaja de peón en la fabrica de un conocido, no gana mucho dinero pero el se esfuerza por llevar lo mejor a su hogar, aunque es alcohólico y drogadicto desde hace a lo menos 2 años.
"Es el mejor hombre que he conocido en mi vida, es el hombre que ilumino mi camino" nos relata con admiración Dayana, "aunque sea de carácter fuerte y se enoje seguido; yo lo entiendo es porque llega muy cansado de su trabajo y cuando el llega yo no tengo todo listo en la casa porque soy muy floja". Por eso aguantaba los desprecios, los insultos, las palizas... (Ocho años es el tiempo medio que aguanta una víctima de malos tratos antes de decidirse a denunciar) acaban convirtiendo cualquier declaración de amor en un grito de terror. "Aunque debo reconocer que de repente me da mucho miedo como reacciona, nos trata muy mal"
Amor y pánico se entremezclan en la vida de las mujeres víctimas de violencia doméstica. La ambivalencia de sentimientos se hace fuerte en ellas y terminan estableciendo una extraña relación de dependencia con su agresor, Es el 'Síndrome de dependencia afectiva' -una especie de síndrome de Estocolmo-, que les lleva a perdonarles una y otra vez, a minimizar y negar sus agresiones. A la sumisión se suma el sentimiento de culpabilidad -«cuando me pegaba y me pedía perdón yo pensaba que todo había sido por mi culpa»-. Y quieren evitarlo a toda costa, complacer a su pareja tanto en casa como en público para que la relación marche bien, para que las acepten. «Me levantaba por las mañanas, le preparaba el desayuno y cuando se iba a trabajar me ponía a limpiar la casa como una loca y 20 minutos antes de que él viniera, la volvía a limpiar para que no encontrara ni una pelusa».
A la fecha Dayana ya lleva 10 años de casada y las cosas no cambian, al contrario la agresiones se hacen cada día peores, ella y su hija no lo soportan, sus llagas de dolor y miedo se reflejan en sus cuerpos y caras, del Jardín Infantil junto al consultorio han tomado el caso de Araceli la cual se encuentra bajo protección social ya que el maltrato físico y psicológico de la niña es evidente. Ella ya no sabe que hacer, se siente perdida y desamparada con un miedo enorme a su conviviente y también a denunciarlo…
La mayoría de estas mujeres se aíslan socialmente para no enfadar a sus parejas, que suelen ser muy celosas. El resultado es una situación de soledad en la que «terminas viendo lo que ellos ven, viviendo su vida y su mundo». Se sienten fracasadas como mujeres, como amantes y como madres, y piensan que nadie puede ayudarlas. «Todavía me siento incapaz de hacer nada y necesito que terceras personas me digan que lo estoy haciendo bien», dice Alejandra, que hace ya cerca de dos años que se atrevió a dejar y denunciar a su agresor. También necesitan el cariño y el apoyo de terceras personas porque les cuesta tolerar la soledad.
A pesar del infierno que vive, cualquier detalle se convierte en un bálsamo de esperanza al que agarrarse.
Quieren que la relación funcione y se aferran con fuerza a cualquier cosa que pueda parecerse a un signo de cambio por parte de él.
La educación, los valores y los estereotipos aprendidos socialmente tienen mucha influencia en la personalidad de estas mujeres: muchas ven con normalidad las relaciones asimétricas con el otro sexo; en muchos casos, incluso han presenciado episodios de violencia en sus familias. A pesar del pánico que las invade, algunas consiguen romper con todo y empezar una nueva vida. No es fácil, pero tampoco imposible. Dayana lo hizo: abandonó su hogar, recupero a su hija y juntas se refugiaron en una casa de acogida, incluso confiesa que pasó hambre y tuvo que trabajar turnos dobles. No fue fácil, pero ha rehecho su vida y ahora es feliz junto a su hija y un hombre que la respeta. Ella sabe que otras muchas mujeres no han tenido la misma 'suerte' y quiere que su testimonio sirva de aliento para las víctimas que no han conseguido aún reunir las fuerzas suficientes para abandonar su particular infierno.
La violencia como un problema de salud pública, con un énfasis especial en la salud sexual y la violencia en contra del género femenino
Para la Asociación Internacional de Bioética, ésta puede definirse como "el estudio de los temas éticos, sociales y jurídicos que surgen en la atención sanitaria y las ciencias biológicas". Una circunstancia que amerita el raciocinio bioético es el tema de la violencia. Es necesaria la reflexión acerca de la violencia desde el punto de vista bioético, porque produce disminución de la calidad de vida, enfermedad, discapacidad y muerte. La tesis de que la salud puede definirse como "la posesión o apropiación por parte del hombre de su propio cuerpo)". Si salud es posesión o apropiación del cuerpo, enfermedad sería la desposesión o desapropiación del propio cuerpo. El grado máximo de desposesión o desapropiación, evidentemente, es la muerte. En su propuesta hay dos niveles de apropiación del cuerpo.
Beneficencia
La beneficencia se basa en hacer el bien y aplicado a la función del profesional de enfermería esta altamente ligado ya que los cuidados que se deben ejecutar hacia estas victimas radican en brindarles apoyo, orientación, valorar eficazmente los indicadores propios de una mujer agredida y derivarla a un equipo multidisciplinario. Pero una acción vital es la denuncia de esta situación que padece esta victima a carabineros para que corroboren del delito que son victimas las mujeres agredidas por sus parejas o por cualquier hombre que las rodee permanentemente o casual. Esta función el enfermero (a) la puede realizar desde el área intrahospitalaria o desde la atención primaria, siendo desde esta ultima instancia donde se establece una mayor cercanía y conocimientos de la comunidad que se atiende en el CEFAM, EMB o consultorio.
No maleficencia
Desde el punto de vista del profesional de enfermería y el rol que debe ejercer activamente para desarrollara la NO MALEFICENCIA, se debe basar en la no omisión de la identificación de indicadores, signos y síntomas de violencia recibida por las mujeres. Es decir que al recibir una paciente con signos de violencia, ya sea psicológica y/o física, tanto en la atención intrahospitalaria o atención primaria se debe realizar una entrevista adecuada, para pesquisar mas información que permita otorgar una perspectiva mas completa de la situación que esta viviendo la victima y así brindar cuidados y ayuda íntegramente. La entrevista para que sea eficaz en su entrega informativa debe ser ejecutada en un ambiente adecuado, teniendo particular cuidado con la privacidad para que sea provechosa la información entregada por la victima y así derivarla a un equipo multidisciplinario, para ayudarla eficazmente.
Desde el punto de vista del agresor ya sea físico, psicológico y/o espiritual se refleja la maleficencia como eje central ya que se basa en hacer mal a la victima mediante el maltrato físico u abstracto. Es decir el hombre agresor se basa en hacer daño a la mujer mediante diversas vías dependiendo del contexto que se encuentre la victima y victimario. Basándose en una intencionalidad, siendo un acto predeterminado, agudizado por la omisión de los nocivos actos de violencia, ya que no existe la valentía por parte de estos agresores de solicitar la ayuda terapéutica respectiva para detener esta escalada de violencia hacia la mujer.
Principio de justicia
Desde el principio de justicia, la ausencia de expropiación correspondería a la no discriminación y la no segregación social de un cuerpo. En este primer nivel, el cuerpo debe estar protegido públicamente y ser igual para todos; de ahí que proporcionarlo sea obligación del Estado, cuyo papel es meramente positivo. Con esta visión, todo acto maleficente o injusto lleva a la desposesión y expropiación del cuerpo. Todo acto de maltrato pasa a llevar este principio ya que la persona que arremete constantemente esta discriminando a la otra persona ya sea por su raza, genero o cualquier otro motivo, además si sumamos que las personas que sufren un maltrato son apartadas de la sociedad por sus maltratadotes limitando así contacto con la sociedad, impidiéndoles relacionarse normalmente.
Autonomía
Desde el principio de autonomía se daría la posesión, siendo cada persona quien se propone sus objetivos de vida, utilizando el cuerpo para obtenerlos.
La AUTONOMIA se basa en la que debe tener la victima, en este caso la mujer agredida, es decir debe ser capaz o tener la posibilidad de ser informada sobre los procedimientos y conductos regulares que va seguir el servicio asistencial con el poder judicial. Para que esta entidad gubernamental intente hacer justicia.
Se debe valorar el proceso Psicológico que esta viviendo la mujer para que pueda tomar la decisión en su mejor estado de conciencia y así la decisión tomada por la victima sea la mas racional y adecuada. Como también pueda entender la información y pasos a seguir eficazmente. Lograr determinar la presencia de un familiar competente para el apoyo emocional de la victima y que le brinde la compañía que necesite en este proceso.
En un primer nivel está una ética de mínimos que incluye la corrección del acto moral. Involucra los principios de no-maleficencia; y justicia. Desde el principio de no maleficencia, la ausencia de desposesión correspondería a la no lesión del cuerpo de las personas por parte de otro cuerpo; que se ve fuertemente quebrantado en este tipo de situaciones. Deteniéndonos en el caso y observándolo
En un segundo nivel está una ética de máximos que incluye la bondad del acto moral. Involucra los principios de autonomía y beneficencia. Este segundo nivel de posesión y apropiación del cuerpo dependerá del sistema de valores de cada persona, de su ideal personal de vida y de sus proyectos de perfección y felicidad. Por ello, esta posesión y apropiación tiene un carácter fundamentalmente privado, no dependiendo de la sociedad, sino de uno mismo. En este segundo nivel, la intervención del Estado es distinta ya que su función primordial no es la promoción de valores.
El papel del Estado es meramente negativo, al no impedir que los individuos lleven a cabo libremente sus proyectos de vida y sus ideales de perfección y felicidad, que debieran ser totalmente personales.
Además de la obligación bioética a nivel individual de apropiarse cada quien de su propio cuerpo de forma autónoma y beneficentemente, de acuerdo con el ideal de perfección y felicidad de cada uno, se tiene la obligación bioética específica de no actuar maleficentemente ni injustamente sobre el propio cuerpo ni sobre otro. Aquí la normativa debe ser igual para todos. Aunque cada individuo es dueño del propio cuerpo, se tienen los límites impuestos por los principios de no maleficencia y justicia con otros cuerpos, y que, además, el Estado puede y debe obligarnos a respetar y cumplir. Con este fundamento principia lista podríamos decir que el Estado tiene la responsabilidad, desde el principio de justicia y con respeto a la autonomía, de brindar la protección que necesitan los cuerpos en la sociedad.
Género
El género corresponde al conjunto de determinantes socioculturales e históricos que se establecen para las categorías de feminidad y masculinidad (a diferencia del sexo, que es el conjunto de características biológicas heredadas que colocan al individuo en algún punto de un continuo que tiene en los extremos a individuos reproductivamente complementarios. Tradicionalmente se impone la feminidad a la mujer y la masculinidad al hombre.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos fue adoptada el 10 de diciembre de 1948; la Primera Conferencia sobre la Mujer se llevó a cabo en 1975 (en México); el decenio 1975-1985 fue declarado por la ONU como La Década de la Mujer; el 18 de diciembre de 1979 fue adoptada la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer; en 1980 se celebró la Segunda Conferencia Mundial sobre la Mujer (Copenhague); en 1990 se celebró la Tercera Conferencia Mundial sobre la Mujer (Nairobi); el 20 de diciembre de 1993 se redactó el documento Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer; en ese mismo año la ONU declaró que la violencia contra las mujeres supone una violación a los Derechos Humanos; el 9 de junio de 1994 fue suscrita la Comisión Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer; la última Conferencia Mundial sobre la Mujer tuvo lugar en 1995 en Beijing. Evidentemente, la firma de un documento o su aceptación, no garantiza su aplicación.
El párrafo segundo del artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos afirma: "El varón y la mujer son iguales ante la ley". Sin embargo vemos que, en la práctica, la mujer sigue siendo objeto de discriminación. La perspectiva de género implica una visión ética sobre el desarrollo y la democracia como contenidos de vida para enfrentar la inequidad, la desigualdad y la injusticia. Todas las personas viven inmersas en relaciones de poder marcadas por su género.
Los hombres como género tienen asegurado el dominio en el mundo y las mujeres como género tienen asegurado el cautiverio.
Estas palabras son bastante importantes ya que da cuenta que es un problema que no termina en nuestro país, sino que también cruza fronteras.
Poder
El patriarcado es una toma del poder por parte de los hombres en la que no queda muy claro si el determinante es económico (apropiación del excedente y de su productor, la mujer) o cognoscitivo (conocimiento del varón del papel que desempeña en la generación de los hijos), la primera oposición de clases es la del género femenino con el masculino. En este sistema de dominación de género, las mujeres permanecen, genéricamente, bajo la autoridad, a su vez genérica, de los hombres; el sistema dispone de sus propios elementos políticos, económicos, ideológicos y simbólicos de legitimación.
Asimismo, los conceptos de violencia y poder parecen inseparables. El riesgo de violencia se intensifica cuando la comunidad confronta desventajas sociales, como niveles bajos de educación y altos de pobreza, desempleo, fragmentación familiar y abuso de alcohol. Esto es común en áreas marginadas, comunes en países en vías de desarrollo.
Además, las culturas que presentan un sistema de dominación de género contribuyen a la desigualdad, tanto social como sexual, de las mujeres y niños, quienes son más vulnerables a la victimización sexual.
La violencia de género tiene una forma concreta (de lo masculino contra lo femenino, con independencia de quienes lo representen) y está ligada al poder diferencial de los géneros.
Sin embargo, no está claro cómo es la estructura patriarcal en cualquier contexto particular ni cómo variaciones en la forma y grado del patriarcado pueden afectar la violencia.
¿Tiene el género influencia en la violencia a través del aprendizaje social? La investigación que apoya como predicativa de violencia a la conexión entre estructura genérica y variables de aprendizaje social es incompleta, compleja y controvertida. La forma en la cual el género tiene su influencia sobre la violencia, es un área para mayor investigación.
A pesar de todo lo anterior, y aunque la condición de la mujer en el mundo occidental ha mejorado enormemente en los últimos años, la revolución que hará a mujeres y hombres realmente iguales no ha ocurrido todavía. Se debate sobre un movimiento feminista sin la categoría de género, lo que parece novedoso, pero muy difícil de llevarse de la teoría a la práctica.
La violación es la materialización última de la demostración violenta de la supremacía del poder de lo masculino sobre lo femenino.
Los estudios indican que los violadores aparentan ser personas ordinarias, sin rasgos que permitan identificarlos y, en la mayoría de los casos, se trata de conocidos, amigos o familiares de la víctima. Estos datos coinciden con estudios realizados en México, tanto con víctimas de violación) como con victimarios. Por otro lado, podemos considerar al homicidio como la materialización última de la violencia.
En las mujeres, el riesgo de morir a manos de su pareja o de un familiar es más elevado que en el hombre, y la mayoría de las muertes femeninas suceden en el hogar.
¿Cómo relacionar la violación con el homicidio? Desde perspectivas criminológicas se ha observado que el homicidio es, a veces, expresión de una sexualidad socialmente disfuncional, ya que sólo a través de él consiguen el orgasmo algunos individuos. Habría, entonces, que distinguir este homicidio del perpetrado durante la violación, y que está dirigido a vencer la resistencia de la víctima o a impedir llamar la atención.
Injusticia
La historia de la humanidad está llena de injusticias. La gente ha sido humillada, desposeída, explotada, esclavizada, torturada y asesinada; y, prácticamente, ninguna reparación se ha intentado hacer por ellos o su descendiente. La petición por la reparación de injusticias históricas puede realizarse en tres categorías principales: a petición de individuos quienes fueron víctimas de una injusticia cometida muchos años antes, por la demanda de miembros de comunidades que han padecido la injusticia y por el reclamo hecho por descendientes de las víctimas de injusticia.
Aplicación Código de EnfermeríaComo futuras enfermera debemos velar por la vida de miles de mujeres (niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y adultas mayores) que a diario se ven enfrentadas a diferentes agresiones y maltrato por parte de sus parejas, padres, hermanos etc., no siendo respetadas como mujer y frustrándose diariamente por no encontrar la ayuda necesaria que les facilite salir de tales agresiones, es por eso que debemos reconocer oportunamente y pesquisar los factores de riesgo a las cuales se ven inmersa estas mujeres que sufren de agresiones y graves maltratos por parte de hombres, debemos ser cautelosas y observar cada detalle de ellas, porque quizás no nos refieran abiertamente su situación, pero su conducta, su aspecto físico pueden ser señales de todo el sufrimiento que llevan a cuesta y en silencio…Es nuestra responsabilidad velar por conservar la vida, aliviar el sufrimiento y fomentar la salud de estas mujeres, apoyarlas en todo momento, prestarle toda la ayuda que sea necesaria tanto a ella como a sus hijos que mucha veces se ven igual de desprotegidos que ellas. Debemos mantener en reserva la información entregada por ellas y guardar cada confesión que nos entreguen de esa forma el trabajo ser más fáciles ya que al ganarnos su confianza y al sentir nuestro apoyo podrán darse cuenta de la ayuda que le entregamos. Si es necesario trabajaremos en conjunto con otros profesionales de salud ya que debemos reconocer que muchas veces no podremos solucionar todos los problemas a los cuales están mujeres se ven expuesta aparte de sus agresiones por ejemplo: enfermedades de transmisiones sexuales, promiscuidad, drogadicción o alcoholismo, depresión etc.
Cooperaremos y mantendremos una relación armoniosa con los miembros de otras profesiones y con nuestros futuros colegas. Todo este trabajo será para ayudar a erradicar o disminuir el maltrato hacia las mujeres evitando las posibles y horrorosas consecuencias como por ejemplo el femicidio, de esa forma estaremos colaborando y luchando para que exista una igualdad entre hombres y mujeres, haremos respetar las leyes y se pelearan para que se cumplan a cabalidad, también se incitará a una promoción de una adecuada salud tanto física como mental con el fin de contribuir con nuestro que hacer en una mejor sociedad mas digna y justa para todas… La enfermera debe participar y compartir con otros ciudadanos y otras profesiones de salud la responsabilidad de iniciativas tendientes a satisfacer las necesidades de salud del público locales, estatales, nacionales e internacionales

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